martes, 29 de diciembre de 2009

Oceánica

Vastas las ideas, la hoja en blanco;
vastas las calles, la vereda;
y mientras otros duemen la vigilia
cobra pulsiones incesantes, susurros;
y estremecimientos y lágrimas y risas;
vasta la hora detenida
en la cual un hombre mira
su soledad en el espejo.

martes, 25 de agosto de 2009

Poéticus

Pronto poesía pronto:
mis letras necesitan tu existencia;
la imagen y la esencia tus reflejos.
Pronto poesía pronto:
construye un verso
como un puente, como un eco,
aunque nadie al final nos sobreviva.

martes, 30 de junio de 2009

....

Sumergida en mi voz, buscándote,
describo los colores con mis manos,
y no encuentro la tristeza ni el olvido.
En cambio, cada as de lo palpable,
lo nombro con un susurro tuyo
cuando dices que me amas,
y toda mi piel se estremece
y más allá los sentidos convulsionan
hasta quedar pleno en la felicidad.
Mi rostro se asemeja al sol, radiante,
radiante como tu sonrisa y tus ojos.
Al mirarme al espejo te reconozco
aunque el reflejo sea el presagio de la espera.

sábado, 20 de junio de 2009

Somos

Somos el lenguaje del recuerdo.

martes, 16 de junio de 2009

….

Nuestro amor es de este tiempo,
no existe prórroga;
es ahora cuando tu voz cobra sentido.

martes, 9 de junio de 2009

En todo caso

a Marina Tabasso

En todo caso voy a decir que sí,
aunque nadie logre comprenderlo,
ahora cuando surgen en mí
los múltiples rasgos de su existencia.
Me abandono a su voz
siendo aún núfrago de su cuerpo;
solitario divago en el océano
hasta que un día encuentre sus costas.

lunes, 18 de mayo de 2009

...

escribe soldado de la noche,
no te detengas hasta el alba;
descansa cuando el sol se pose
y en ti exista sólo la calma.

Escribe escultor de sombras,
construye tu imperio solitario,
vive porque amas tu obrar diario,
aunque al final seas también un exiliado.

Vierte en ti la fuerza necesaria
como un ave que sabe de su ocaso:
desplómate con más ímpetu, más ánimo;
deja a un lado tu cuerpo innecesario.

Escribe amigo, hermano,
las letras de mi olvido.

martes, 12 de mayo de 2009

...

A Dante Alighieri

Templanza, sacrificio, entrega;
misteriosa forma de esgrimir en la hoja
el verso, la estrofa, la palabra;
la idea surge como esfinge,
se entrega a la cavilación perpetua;
aunque yace inquieta a la necesidad,
el poema se subleva, minucioso, preciso;
emanado de la pulsión del hombre
que cada noche imprime su fuerza,
y, con sutil destreza,

sueña su inmortalidad.

Evocaciones

Compañera de viaje
sin dios y sin coraje,
vienes en silencio
para saber qué siento.

Compañera de viaje
tienes el rostro triste,
no sé por qué persiste
este dolor de la huida:
si todo aquí en la vida
exige que me exilie.

Compañera de viaje
vuelve a casa
que nadie espera mi regreso.


Previa agonía

Por donde iba sabía de la muerte;
no existe nada para tratar de evitarla.
Hacia atrás, adelante; hacia el costado,
hacia abajo; ni siquiera hacia arriba
la redención de los dioses lo salvaría.
Buscó cómo la agonía perdía peso,
su olor a sangre viva, vivo fuego,
por los confines de su cuerpo disminuía.
Fue cuando el verso se convirtió en espejo:
surgió entonces la catarsis.

Puertos

Cuando por fin sales de viaje:
las valijas en la calle,
la soledad detrás de la puerta,
la tristeza y los amigos,
el rencor y la familia
quedan suspendidos,
semejantes a cuadros de museo,
a tarjetas postales no leídas. Y así,
huyendo desesperadamente, nadie,
absolutamente nadie te despide:
surge en ti la agonía del exilio.



....

a falta de certezas duermo con ella. La desnudo. Palpo su desnudez como los barcos transcriben sus cuerpos por las olas. En la cota de una, el clímax combate, libera una guerra para la vida, es decir, para la prórroga de la muerte. Sin embargo es aceptada la derrota por anticipo, el temblor de la mano, y, posteriormente, la trayectoria de la bala.

Sutileza

Acércate hasta respirarme:
sabes que debo amarte
aunque no te sobreviva.
Entre los dos existe una línea,
de sombras, luces, humedades;
cada quien busca descifrarse
en los rasgo de un perfume.

Patetismo

Anoche el eco,
acaso un secreto;
anoche el hueco
que dejó su almohada.

Mientras su perfume divaga
sus fantasmas me habitan;
sé que aún me estremezco:
palpo su respiración, su aliento.

Duerme en los espejos la ausencia.

Poesía

Me faltas a la madrugada
cuando los huesos tiemblan,
cuando te levantas /y no te encuentro/
cuando tu voz sabe que mi nombre ha muerto.

Me faltas en la tarde
cansada de abandonarme,
te sientas a observarme
hasta entrada la tarde.

En la noche sólo queda
el aroma de tu cuerpo.


sábado, 2 de mayo de 2009

La Esquina

Aquí no ocurren guerras desastrosas,
pero existen recurrencias similares;
ciertos hombres saben más de guetos
que aquellos que construyeron el imperio
de una muerte escurridiza y atormentada.

Porque acá, al otro lado, la muerte
preocupada por dejar a tantos vivos,
ha decidido esconderlos. Meterlos
en la selva y dejarlos a manos de dios,
pero dios todas las mañanas se las lava,
entonces existen aquellos seres
sólo en función de la agonía, de la espera,
el falso complejo de esperanza peor al opio,
a la inutilidad de una iglesia desmembrada,
coartada para un estado de derecho.

Y como aquí aún pocos andan en tiera,
desde arriba nos cargan los muertos,
a cuenta del salvador que no aparece:
¡por favor anote también estos versos!.

lunes, 27 de abril de 2009

...

a un costado de tu piel divago
buscando entretejerme en tu voz
hasta quedar inmerso
como una alegoría a la ausencia,
y esperar, esperar con paciencia
el momento en que vuelvas a nombrarme.

Atrás

Atrás, atrás de mí
va la sombra velada,
develada por el frío,
por la espera y la ausencia.
Atrás, atrás van los ecos,
fragmentos de historias ocultas:
cada miedo sabe de su abismo.
Atrás, entre las voces o los rostros,
entre rasgos semejantes a noches,
a madrugadas insomnes
van los gritos que tu mano proclama
/dibuja/
sobre la hora.
Sí, atrás queda tu nombre; tu aroma.

jueves, 16 de abril de 2009

Confrontaciones

Tres son las letras,
las horas de espera;
tres son los amores
que ya han muerto.
No sé si es la postrera
necedad del tiempo:
¿por qué me quedo?
¿por qué me quedo?

lunes, 13 de abril de 2009

Vacío

Después de todo estoy aquí:
sentado, triste, húmedo de tanto llanto.
Aunque no se asome ni una lágrima
los huesos me tiemblan y tengo hambre.
Ninguno de mis fantasmas ha vuelto,
aunque en mí siga obscura la estancia
donde alguna vez se dio nuestro encuentro.
Ahora también el frío me perturba.
Y veo cómo lentamente sucumbo
a la irresistible fragancia de la muerte.

jueves, 9 de abril de 2009

Postrera instancia

Busco en mis recuerdos
un atardecer sombrío,
pero los ríos del tiempo
los dispersa en el olvido.

Busco una niñez perdida
-cielos grises compulsivos-
de mates, libros, huidas
donde encontré mi destino.

Ahora solo en las sombras
-siniestra soledad que habito-
regresan mis fantasmas
que ya tampoco hacen ruido.

lunes, 30 de marzo de 2009

Recurrencias

Yo creía que soñarte
era sentirte en mis lecturas,
palparte en las letras,
percibirte en cada verso.

Yo creía que pensarte
consistía e escribirte,
exponiendo la diferencia
entre ausencia, y presencia,
entre estar vivo o estar muerto.

Yo creía en todo caso
que alguna vez llegarías,
que aquietarías mis tormentos.

Pero ahora me doy cuenta
que para mi soledad basta
aquel anhelo perpueto:
en el cual tú llegas y yo no te encuentro.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Epigrama

Quedan los nombres;
los cuerpos por sí solos no existen.

domingo, 22 de marzo de 2009

Frente al océano

a Marina Tabasso

Una mujer observa el cielo.
El cielo lo pueblan estrellas;
cúmulos de invierno.
El frío tensa el cuerpo
como la muerte. El olvido
no la alcanza, sólo el silencio.
La calma se aproxima bajo un verso,
mientras la mar, a lo lejos,
susurra secretos; sueños de arena.
De arena es el tiempo. Y su nombre.

jueves, 19 de marzo de 2009

Bogotá nocturna

No logro descubrirme,
no logro hallarme;
ni un instante de calma
entre las luces. Las sombras
se incriben y me estremecen.
Soy los ecos de una voz lejana;
pronto de mí no queda nada,
sino el aroma de un recuerdo.

Bogotá de madrugada

Sólo el frío la proclama;
invicta y solitaria la calle.
Al frente, una ventana encendida;
palabra esquiva para la hoja en blanco.
Sólo el frío la estremece;
versos salen en el alba.
Y aún el alba no trae calma.

jueves, 12 de marzo de 2009

Diálogos

Recordando el perfume de un amor postrero,
cavilaba sin cesar sobre el olvido.
Sólo soy sombra del pasado, lo finito,
aunque su adiós derrumbara mi fuero interno.
Y luego, sentando en esta mesa aturdido,
una pareja me franquea: no me niego
a compartir con ellos mi silencio.

sábado, 7 de marzo de 2009

Alucionaciones a los miedos del mundo onírico

Qué calle tan triste frente al puente,
en los andenes donde los hombres
fuera de ríos son pétalos o caracoles
en medio del océano, a mitad del día,
bajo el sol inclemente de las doce.
Una lágrima que cae entre un adagio,
intenta revivir alguna infancia
-lejanas del tiempo o los recuerdos-.

Miedo como un temblor de huesos.
Vuelve a llover frente a mi ventana:
cada vez es una mujer quien me observa
cuando duermo y descanso y respiro:
desde su mirada el mundo -su mundo- es bello.
¿Esto es un sueño?
Me observo
sin aliento
sin necesidad
del verso
del vaso de agua
o el reloj cotidiano.
Duermo. Duerme.
Verse sin mirarse,
aunque en viceversa
el espejo no funcione.
o no encuentra imágenes.
Alteraciones,
que intentan abarcarme
más allá de los suspiros.
En plena agonía de un cuarteto,
cuando las notas se desploman
y uno intenta despertase.
Nada es, cuando es hora
de levantarse para calzarse los zapatos,
o ir por café, a mitad del insomnio.
Mirarse en el cielo:
hallar en el vacío de los ojos
-empapados de lágrimas-
nostalgias tan distantes
de este intento del reflejo.
En este otro lado
la gente espera sus abismos.
Y cuando uno entra
el espejo se quiebra.

Desencuentros

Espérame en el sueño
si es negra la noche.
Espérame en el sueño
si encuentras un hilo.
Si la noche no es negra
o el hilo no es tiempo.
Búscame en las sombras
en un pedazo de olvido.

Sin retorno


Su nombre,
claridad inerme,
busca el olvido.
busca un rostro,
un rostro perdido.
Y sin embargo huye,
no despierta del silencio.
En su universo,
vastedad soluble,
prefigura cuerpos.
astros rotos por la palabra,
por los ases de luz dolorosa.

Su nombre,
bordea la soledad, las sombras.
Y sin deseo impera la nostalgia
sobre los ojos de su rostro triste.
Ausencias que lo habitan
al olvido se dirigen, mueren.
Renovada su esencia,
como un halcón en las alturas
regresa para abatirse,
para inventarse, para herirse
en el costado como un hombre,
como un árbol en su último invierno.

Pero ahora su nombre
tropieza en otros ritos.
En otras voces se disipa,
levedad de lo innombrable.
Entonces, se concibe el frío.
Nada es en su plena existencia.

viernes, 6 de marzo de 2009

Tiempo

Un minuto
para tu voz
para tus brazos
para tu cuerpo.
Pero ahora
el minuto
se ha ido.
Y no tengo
ni tu cuerpo
ni tus brazos
ni tu voz.
Y estoy solo.

Anacroneta

Penetra esta soledad una lanza.
alrededor hallo mis sombras.
nadie ha venido. Y estoy triste.
De pronto escucho pasos. De pronto.
la luz agudiza detrás de las ventanas:
proclama la partida hacia el último abismo.

Imágenes

Si la luz se vierte en los ojos,
entonces, en nuestro fuero,
habitarán menos fantasmas.
Pero el lenguaje es incierto,
e inciertas son nuestras ideas.
Ideas pobladas de espejos,
y entre más se estire el tiempo,
más se confunden los reflejos.
Los aromas son como el eco:
voz extinta donde nos reconocemos.

martes, 3 de marzo de 2009

Presagios

Le creí hasta cuando llegó la tarde;
luego el papel, la pluma, el silencio;
pronto obscureció y dejé de seguirlo:
comencé a pensar en la hoja en blanco.

jueves, 26 de febrero de 2009

Notas

Las sombras del insonio me invaden; trastocan mi tiempo.
Si acaso en el día duermo, de noche, sin sueño, pienso, siento;
lentas son las horas cuando, frente al espejo, me observo.
Nacen palabras, acaso dos versos; luego sucumbo al miedo.
El miedo me ensordece, son las notas de un chelo: delgadas,
finas cuerdas donde me estremezco: acaezco en mil reflejos.

martes, 24 de febrero de 2009

Libros anteriores y libros posteriores

Se encuentran en este blog poemas de libros postreros y de otros más recientes, nacidos en las cercanas urgencias de la noche. Quedan anclados en esta isla los versos de un hombre quien ha dedicado su vida a las variaciones de la poesía.

Al lector

En mi ejercicio como poeta me acerqué a ella -permítanme darle corporalidad- desde una visión empírica, omitiendo (por inexperiencia) algunas reglas básicas para su construcción. Sin embargo, alcanzando la adultez hallé que aquello que en un principio era pasión, inspiración, euforia, debía estar anclada, al menos, bajo una serie de reglas y elementos dispuestos por el arte. Como tal, existen estudios previos que nos permiten desarrollar parámetros estelísticos y gramaticales capaces de seguir y analizar para luego, con método y trabajo contínuo, establecer nuestras propios sistemas de creación. Así, este blog nace para que ustedes conozcan esta mirada, estos rasgos que me constituyen.