sábado, 7 de marzo de 2009

Alucionaciones a los miedos del mundo onírico

Qué calle tan triste frente al puente,
en los andenes donde los hombres
fuera de ríos son pétalos o caracoles
en medio del océano, a mitad del día,
bajo el sol inclemente de las doce.
Una lágrima que cae entre un adagio,
intenta revivir alguna infancia
-lejanas del tiempo o los recuerdos-.

Miedo como un temblor de huesos.
Vuelve a llover frente a mi ventana:
cada vez es una mujer quien me observa
cuando duermo y descanso y respiro:
desde su mirada el mundo -su mundo- es bello.
¿Esto es un sueño?
Me observo
sin aliento
sin necesidad
del verso
del vaso de agua
o el reloj cotidiano.
Duermo. Duerme.
Verse sin mirarse,
aunque en viceversa
el espejo no funcione.
o no encuentra imágenes.
Alteraciones,
que intentan abarcarme
más allá de los suspiros.
En plena agonía de un cuarteto,
cuando las notas se desploman
y uno intenta despertase.
Nada es, cuando es hora
de levantarse para calzarse los zapatos,
o ir por café, a mitad del insomnio.
Mirarse en el cielo:
hallar en el vacío de los ojos
-empapados de lágrimas-
nostalgias tan distantes
de este intento del reflejo.
En este otro lado
la gente espera sus abismos.
Y cuando uno entra
el espejo se quiebra.

3 comentarios:

  1. La ultima imagen, la del espejo que se quiebra produjo en mi la sensacion de un brusco despertar... solo una vez antes experimente esa sensacion de asombro... fue en el cuento de Borges que se llama La casa de Asterion, el primero que lei de el...

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  2. Felipe, estuve por la tarde leyendo el blog y te felicito, además, necesitaba volver a leerte. Sigue caminando amigo mío, hasta que te conviertas en un fantasma.

    Saulo Batista

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  3. Que Blog tan magnifico, te felicito, sigue así. Sabes que te deseo lo mejor, exitos!!!
    Te lo mereces.

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