domingo, 1 de febrero de 2015

Oración

Las palabras se amontonan en mi mano. Buscan salir, desprenderse. A veces se escapan, y su partida es trágica; sobre todo para las viejas, ésas que se detienen después del punto y a parte. Pero las altivas, jóvenes, inexpertas mayúsculas sólo piensan en ellas. No saben observarse a través de los párrafos ya que son únicas y a distancia, y acaso, sólo acaso, se unen por una sigla, o porque tienen que reclamar alguna idea o alguna ausencia implícita en su forma de pensar o manifestarse-