lunes, 13 de abril de 2009

Vacío

Después de todo estoy aquí:
sentado, triste, húmedo de tanto llanto.
Aunque no se asome ni una lágrima
los huesos me tiemblan y tengo hambre.
Ninguno de mis fantasmas ha vuelto,
aunque en mí siga obscura la estancia
donde alguna vez se dio nuestro encuentro.
Ahora también el frío me perturba.
Y veo cómo lentamente sucumbo
a la irresistible fragancia de la muerte.

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