martes, 16 de abril de 2013

Reclamo a la Corte Suprema de Justicia cuando Uribe era Presidente



Es una injusticia,
una torpe injusticia,
tener un presidente
con los dientes podridos.

Y sí, es una idiotez
pensar: “estamos vivos”,
cuando por dentro
nos devora el miedo,
nos cercena el espíritu.

Señores: no es falso el campesino
que un día salió al alba
y anocheció con un tiro.

¿Acaso fue un suicidio?
Los militares lo saben,
pero nadie lo ha dicho.

Mandados por aquél
de los dientes podridos
mataron a granel,
suelen ser esquivos.

Hasta que de pronto
aquellos dientes podridos
caigan en su cuello
como una daga con filo. 

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